REPRODUZCO MI COLUMNA HOY EN EXPRESO
Sin duda, el catalán Jaume Collet.Serra ha realizado una obra maestra del cine de serie B: “La huérfana” (Orphan, USA, 2009), con lo que la Warner se reivindica con los amantes del psicoterror y ha dado nacimiento a un nuevo personaje maldito; Esther, una huérfana aparentemente inofensiva que esconde tras su rostro de ángel freak, una mente psicótica, brillante y manipuladora. Interpretada por una sorprendente Isabelle Fuhrman, el destino debe depararle a esta pequeña actriz una carrera muy prometedora.Desde la primera escena, el filme impacta. Una pesadilla “gore” invade el ecram. Kate (interpretada por Vera Farmiga) sueña con el hijo que perdió en el vientre. Situación que en la realidad provocó en ella un grave desequilibrio emocional, que la había llevado al alcohol y a las exageradas dosis de calmantes. Ella decide salir de esa penumbra y convence a su marido John (interpretado por Peter Sarsgaard) para adoptar una niña que de algún modo cubra el vacío que los atormenta.Entonces el matrimonio recala en un antiguo horfanatorio, donde la normalidad pareciera la regla que lo rige, sin embargo, cuando John se interna en los pasadizos del albergue se topa con una niña solitaria que sin perturbarse con la algarabía de los otros niños se dedica a la pintura con una sorprendente habilidad. La empatía es instantánea, a la que inmediatamente se suma Kate que se ve sorprendida también por la elocuencia de la infante. La decisión era previsible, Esther había elegido a sus víctimas y se une a la familia Coleman. Quien advierte algo extraño en la nueva integrante de la familia es el hijo varón de los Coleman, no sólo por las costumbres raras de Esther sino también por cierta intuición que lo lleva a mantener una relación distante y esquiva con ésta.Sin embargo, la relación que establece Esther con Max, la pequeña hija sordomuda de la familia es diferente por su instantánea empatía. Collet Serra, el director, retrata en este punto, una magistral simbiosis entre la niña discapacitada y el ángel diabólico, que hace a la inocente criatura cómplice y víctima a la vez de las primeras tropelías de Esther.Cuando Kate empieza a sospechar, es ya muy tarde, la huérfana ha desplegado su terrorífico plan que incluye manipulación y crimen. Incluso ciertos grados de seducción hacia el padre adoptivo, lo que nos recuerda de algún modo a la “Lolita” de Nabokov, lo que le da ciertos aires literarios al guión. En esa línea Collet Serra se aleja del puro “gore” y trabaja con magisterio el suspenso en el devenir del filme, lo que lo acerca mucho a Hitchcock pero con una fotografía aún más convincente, sin embargo hay varios altibajos evidentes como para superar al maestro. Eso de que las últimos villanos de Hollywood provengan de Europa del Este, específicamente Esther viene del “exótico” país de Estonia, pareciera ser una visión bastante congelada en el tiempo de la Guerra Fría. Aún así, “La huérfana” está camino a convertirse en un filme de culto, sí, pero del cine de serie B, y eso parece ser suficiente, al menos por ahora, para Collet Serra que junto con la Warner han renovado la oferta comercial con una apuesta por el psicoterror muy bien hecho. Altamente recomendable.
