viernes, 26 de marzo de 2010

La Isla Siniestra (Shutter Island)


Un elogio a la locura y sus posibilidades perpetra Scorsese en su último filme. Para lo cual manipula al espectador con una oferta multidimensional de los estados psíquicos de un agente judicial; Teddy Daniels (Leo Di Caprio) que en principio llega, junto a un subordinado, a la tenebrosa isla para investigar la extraña desaparición de una filicida que escapa del sanatorio maldito sin dejar más rastro que un par de epígrafes misteriosos que preanuncian los estados alterados en que se precipitará el filme.
Y es que probablemente Daniels no sea el gendarme de la locura, sino el prisionero (o el paciente) de su propio infierno personal, o el “conejillo de indias” de un sistema psiquiátrico deudor de los métodos más abyectos importados de la Alemania nazi a Norteamérica, por el macartismo de una época de guerra fría (1954) que el Scorsese se encargará de enfocar con ojo obsesivo, incluso en el cuidado de su horrísono paisaje.

No pretendamos entonces encontrar una explicación plausible ni lineal al drama de Daniels, todos los tiempos son circulares, todos los personajes de algún modo son culpables en profundos espacios donde no medra la lógica ni la cordura. Muy recomendable.

miércoles, 17 de marzo de 2010

TANTAS VECES ALMODÓVAR


Los abrazos rotos


Un director de cine que se encuentra dirigiendo un melodrama se enamora locamente de su protagonista y es correspondido. La actriz es una anterior prostituta, ex secretaria y actual mujer de un magnate, que por cierto financia el filme. El magnate no tarda en darse cuenta de los escarceos amorosos de ambos y designa a su hijo, un afeminado adolescente, para que cámara en mano, cual voyeur, siga por todos lados a la pareja y le reporte el engaño diariamente. Los amantes se cansan del acoso y huyen a las playas de Lanzarote. El magnate planea su venganza editando malamente el filme. La mujer muere en un accidente y el director es afectado gravemente al punto de quedar ciego y cambiar de personalidad. Muchos años después éste pretende redimirse acabando el filme inconcluso “chicas y maletas”, tan parecido a “mujeres al borde de un ataque de nervios”.
¿Demasiado Almodóvar? Lo cierto que sí, hay un temor a la reiterancia que se cumple pero de forma distinta o de mala manera. Lo que empieza con “rush” impresionante, luego de los diez minutos deviene en una lenta metáfora sobre el amor y el cine de imágenes incoloras y vacuas.
Es cierto que España le debe a Almodóvar su entrada a la modernidad post franquista, su frescura, su libertinaje. Pero la irreverencia también envejece, este filme es clara muestra de ello.

lunes, 1 de marzo de 2010

GALERÍA DE LA INFAMIA ABOGADIL: HUGO SALAS ORTIZ



Dicen muchos letrados contritos y con la mano en el pecho, que el Doctorazo Hugo Salas Ortiz no representa el sentir de los abogados peruanos. Yo más bien creo que los representa y bien. Salas es el prototipo del abogado peruano promedio; mañoso, jactancioso, y sobre todo corrupto. Los hay aquí y allá, en el foro privado y en los estudios jurídicos más encopetados, en el Poder Judicial, en la burocracia estatal, en el CNM… en fin… en todos lados. Es por ello que Don Hugo Salas Ortiz es el digno representante de los Colegios de Abogados del Perú ante el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial. ¿Qué hacer? No creo que mucho. En tiempos que debatimos sobre la pertinencia del SOAT médico creo que más conveniente y prioritario es un SOAT abogadil por el inmenso daño que le causa esta profesión a la sociedad. Empecemos entonces por cerrar todas las facultades de derecho del país (hasta nuevo aviso), para que no sigan botando androides amorales y “prácticos” sin formación humanista y axiológica. Claro, la masificación de esa profesión es una de las causas de su deterioro. Reformemos nuestra legislación penal para considerar un agravante el ejercicio corrupto de la abogacía. Cárcel para los abogados siniestros, que muchas veces están ahí, paradójicamente disfrazados de corderos, en el foro, en la cátedra, incluso en la lucha anticorrupción, cual topos enquistados, se dan el lujo incluso de evaluar a los jueces y vetar a los más dignos.
Os dejo con esta joyita en un vídeo cortesía de YOU TUBE…

EASTWOOD EN DO MENOR


INVICTUS (USA, 2009)
Una cinta sin complejidad estructural, que trata de recoger un humanismo trascendente y un sentido profundo de la libertad interior. Sin embargo resulta un “biopic” que deviene en una hagiografía de Mandela (Morgan Freeman) con unos personajes esquemáticos y una puesta en escena convencional.
Y es que cuando Eastwood trata de pensar en forma “políticamente correcta” falla ostensiblemente, pretender que un campeonato de rugby ganado por el equipo (blanco) de Sudafrica en 1995, sea el culmen de la unificación racial es como creer que Matt Damon (que interpreta al capitán del equipo) tiene el don de la expresividad.
Y es que el deporte como bien lo supo Mandela en su tiempo, es un buen catalizador de sentimientos nacionales, y no dudó como muchos gobernantes, en darle un uso político, (después de todo la mejor maniobra política es la maniobra humana) más aún cuando un nuevo apartheid económico, como bien lo señala Naomi Klein, había sido sobreimpuesto por el poder financiero mundial al nuevo régimen sudafricano.
Con todo eso tuvo que lidiar Mandela, y también contra sus propias frustraciones familiares. Pero nada de eso ve Eastwood en su film, omisión imperdonable si tomamos en cuenta que la historia no produce santos sino simplemente héroes.