jueves, 25 de junio de 2009

Paraísos fiscales, luces y sombras


La ofensiva internacional contra los paraísos fiscales corre el peligro de fracasar como lo ha hecho en el pasado



La presión sobre el opaco mundo de las finanzas obligó la semana pasada a que emblemas del secreto bancario como Suiza, Austria, Luxemburgo y Singapur anunciaran su intención de cooperar con los gobiernos extranjeros en su lucha contra la evasión fiscal.El anuncio fue saludado por políticos y medios informativos de todo el mundo como un avance "histórico", pero lejos de los grandes titulares, la realidad es mucho más prosaica.En declaraciones al "Financial Times", el ministro de Finanzas de Suiza Hans-Rudolf Merz advirtió que una reforma del secreto bancario de su país requeriría años y varios referendos.Para Jean Schaffner, de la financiera Luxemburguesa Allen - Overu, las concesiones del gobierno eran "un buen compromiso entre la necesidad de cooperar con las autoridaes impositivas extranjeras y el deseo de preservar la privacidad".Grandes titulares, pocas noticiasCríticos y estudiosos de los paraísos fiscales han criticado estos anuncios como un caso de "mucho ruido y pocas nueces": el gatopardismo de cambiar algo para que nada cambie."Es una política de relaciones públicas de estos países. Si se analiza el detalle de lo que han dicho son anuncios de posibles medidas. Suiza ha sido muy clara: no va a cambiar la ley de secreto bancario", indicó a BBC Mundo Juan H. Vigueras, autor de "La europa opaca de las finanzas", un minucioso estudio del funcionamiento de los paraísos fiscales en el viejo continente.En 1998 la OCDE publicó un listado de países con prácticas fiscales perjudiciales que apuntaba a cerrar el grifo de los paraísos fiscales para 2005.Segun la organización los paraísos fiscales "privan a los gobiernos de ingresos fiscales necesarios para su infraestructura y erosionan la confianza de los ciudadanos en la ecuanimidad del sistema impositivo".A pesar de esta evaluación, las cosas siguieron como siempre hasta la actual crisis financiera.Desde esta perspectiva, la fiebre mediática que causaron los anuncios en estos últimos días no es más que la fascinación por los titulares vistosos de los medios internacioanles.Por otro lado, a nivel discursivo se ve un cambio radical de la discusion internacional sobre el tema y se observan inciativas más duras como la ley que está impulsando el gobierno de Barack Obama, la "Stop Tax Haven Abuse Act".Al otro lado del EdénLos especialistas calculan que los paraísos fiscales mueven unos US$11 millones de millones, equivalente al PIB de Estados Unidos.Estos paraísos fiscales, que florecieron con la desregulación financiera mundial impulsada por los gobiernos de Ronald Reagan y Margaret Thacther en los 80, se encuentran en la mira por el papel que cumplieron en la actual debacle financiera.Según los críticos, estos paraísos fueron fundamentales para la operación de ese monumento a la opacidad que son algunos instrumentos financieros usados de los últimos años, como algunas variantes de los derivados, que actuaron como agujero negro de millones de millones de dólares.Los defensores aseguran que, más allá de algunos excesos, estos paraísos se han convertido en chivos emisarios de la crisis, mientras que los críticos apuntan que son clave en el blanqueo de dinero ilegítimo y la evasión impositiva.La cumbre de los G20 el dos de abril es el próximo escenario de esta batalla.Juan H. Vigueras no es optimista respecto a la cumbre, pero cree que no hay alternativas a largo plazo."No hay propuestas para un control de la libre circulación de capitales. Pero como soy de los que piensa que la cosa va a empeorar, por la propia dinámica de la situación, a la larga las medidas se van a tomar", indicó a BBC Mundo.

martes, 16 de junio de 2009

SANTO PADRE; A PROPÓSITO DE LA SELVA


Quien respondió como se merece contra el cura facho fue el padre italiano Mario Bartollini, pues despegó toda su ira contra el cardenal Juan Luis Cipriani, quien públicamente cuestionó que los sacerdotes participen en protestas sociales. “Pregúntale a Cipriani si alguna vez ha participado, se ha preocupado de los problemas de su pueblo. Yo actúo conforme a mi conciencia”, dijo el sacerdote con extrema seriedad. Eso dolió...

viernes, 12 de junio de 2009

Salvatore Adamo - Mi Gran Noche -1969

Silvio Rodriguez - Oleo de una mujer con sombrero

pa uestedezs muchachos

jueves, 4 de junio de 2009




Una comedia casual

Por Oscar Martín Sánchez Rojas

“Marido por accidente” (The accidental husband, EE UU– 2009) dirigida por Griffin Dunne, es una comedia menor, aun cuando en el rol protagónico tenga a la bella musa de Tarantino: Uma Thurman. Y si bien G. Dunne ya había intentado el género en obras como “Hechizo de amor”, estamos en este caso ante un acto fallido desde su línea argumental.
El filme cuenta la historia de Emma Looyd (Uma Thurman), una exitosa escritora convertida en el oráculo radial del amor y la autoayuda en una neurótica ciudad de Nueva York, en donde convergen –como la nueva Babilonia– diversas comunidades de migrantes, tan disímiles como la hindú. Justamente, de este ghetto citadino surge el personaje de Patrick Sullivan (Jeffrey Dean Morgan), un apuesto bombero a punto de casarse con una poco agraciada centroamericana, pero que imprevistamente se ven interrumpidos sus planes por una llamada de consejería que hace esta última al programa de la bella Emma, quien le ofrece una respuesta tan racional que hace naufragar a los esponsales.
Pero Emma también está a punto de ser desposada por su flemático editor (Colin Firth), y Sullivan planea su venganza. Se colude con su sobrino, un precoz hacker, quien es capaz de introducirse en la base de datos de los registros civiles neoyorquinos y aparentar informáticamente el matrimonio virtual entre el vengativo bombero y la entrometida consejera. Es así que Emma se ve envuelta en la trepidante búsqueda de su desconocido marido y en el encuentro de éste; un hombre ordinario, alejado del glamour de ella pero con la sencillez suficiente para conquistarla, traicionando así su ideal racionalista sobre el amor y dejándose llevar por los sentimientos. El resto... final feliz con embarazo y baile hindú incluido.
Si bien, esta excusa argumental de construcción tan endeble aguardaba un filme opaco, Dunne tuvo al menos la oportunidad –mediante los guiños a Bollywood que muestra el filme– de ofrecer un producto con alguna sutileza más interesante como el que puede corresponder a las relaciones interraciales y el costumbrismo étnico en una metrópoli tan babilónica como Nueva York.
Nada de eso, Dunne apuesta por una comedia previsible, tan llena de clichés que llega al hartazgo, por ejemplo en el papel de Sullivan, el bombero enamorado y exagerado. Sólo nos queda entonces Uma Thurman, si de lo que se trata es de contemplar su eterna elegancia transitando como un cisne erguido por el cemento glamoroso de Nueva York.
Filme absolutamente prescindible, salvo que se quiera ver a Uma, una diva que desde Tarantino es inmune a la mediocridad y se puede dar el lujo de filmar filmes tan insulsos como éste.