Hacer entender a la "bestia perodística" llamada Aldo Mariátegui los usos de la democracia y del mercado es casi una aporía, o sea, un asunto ya sin solución. Pero este detalle no es óbice ni lo hace inimputable para que LOS DELITOS QUE TORPEMENTE COMETE en sus anónimas (hasta cierto punto)columnillas del pasquín que dirige sean encauzados debidamente.
El día de hoy publica en su vertedero sanitario un chantaje ( no se puede llamar de otro modo) a las empresas CIVAL, ATV y Sheraton Hotel para que no publiquen su publicidad en el Diario La Primera quizá el único medio abiertamente de oposición en el Perú. ¿Dónde esta la SIP, INDECOPI, el Poder Judicial y otras instancias competentes para frenar a este miserable?
Sr. Lévano, director de La Primera, humildemente me ofrezco como su abogado, estoy casi seguro de ganar su justa causa.
Oscar Sánchez Rojas
Abogado
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