viernes, 1 de febrero de 2008

CRÍTICA DE LA OBVIEDAD



Por Daniel Salas


La experiencia me ha enseñado que el error ético más frecuente consiste en olvidarse de lo primordial y evidente. Por ejemplo, que la labor del médico es curar, que la del juez es hacer justicia y que la del investigador es investigar. Tautología pura, pero que, cuando quieren, hacen a un lado los médicos insensibles, los jueces venales, los investigadores que prefieren la retórica vacua a la reflexión.

¿Cuál es la tarea del crítico? Muy simple: criticar. Les pongo un ejemplo contundente de cómo se deja de lado la crítica haciéndola pasar por crítica. Vean este nuevo post de Paolo de Lima quien, tal como predije, no respondió a ninguno de mis argumentos y allí continúa promoviendo, desde su blog, las ideas menos críticas que uno pueda imaginar.

El post se llama “Desolador panorama estudiantil en los EE.UU.” y consiste en reproducir un video (es el que está arriba) en el que se resume, mediante una dramatización, los pensamientos y la información obtenidos de un número no determinado de estudiantes universitarios en Kansas. Paolo de Lima lo resume de esta manera: "Las ideas fluyen desde el pesimismo más agudo hasta la ingenuidad y, por qué no, algunos pocos idealismos, pasando por el cinismo mayoritario. Estos estudiantes estadounidenses acusan síntomas de una sociedad en que la tecnología no ha mejorado necesariamente el nivel de aprendizaje ni la conciencia política de los jóvenes".

Vean el vídeo una y otra vez y díganme si no notan un problema elemental: la ausencia de fuentes y el silenciamiento absoluto del método de investigación. Sí, pues, el vídeo mismo resulta siendo una demostración de cómo la tecnología no nos hace mejores, porque él mismo es un ejemplo de una puesta en escena destinada a producir un efecto dramático sin agregar entendimiento. Se trata de una exhibición de datos fragmentados que elude intencional y groseramente el contexto en el que se realiza el estudio, los factores dentro de los cuales los individuos toman sus decisiones y los cálculos que las convierten en racionales. Un par de ejemplos: un estudiante “dice” (en nombre de otros, se entiende) que “sólo completará el 49% de sus tareas” y que “muy pocas serán relevantes para su vida”. Para comenzar, es espeluzante la demagogia de su cartelito porque las tareas de una clase no deben ser relevantes para "la vida": basta con que sean relevantes para la clase. Para continuar, cualquiera que haya trabajado en una universidad puede comprender los cálculos que realizan los estudiantes al tomar sus cursos y cómo se proponen el objetivo de aprobarlos realizando el menor esfuerzo. Si el objetivo de aprobar se cumple con un mínimo de trabajo, es poco probable que el estudiante lo realice de propia voluntad. En todo caso, las consecuencias finales se verán reflejadas en su desempeño profesional. En ese momento, algunas deficiencias de formación se podrán corregir y otras no. La inversión es, de todos modos, productiva en términos económicos y esto hace que la elección de una perfomance académica mediocre tenga sentido: al final, cada quien obtiene un puesto para el que está preparado y recibe así el premio o el castigo por haber o no haber rendido lo suficiente. El sistema opuesto sería radicalmente elitista, implicaría convertir a la universidad en un lugar cerrado para los pocos y con menos posibilidades de ofrecer movilidad social. Nada de esto se discute en el vídeo citado por Paolo de Lima.

Escuchen la música, noten con cuidado el ritmo de la edición y díganme si no es evidente que hay una notoria (incluso diría una burda) inducción al melodrama. La música quiere transmitir desconcierto y soledad, dos emociones que conmueven rápidamente porque las relacionamos con el vacío de la civilización y la vida moderna. Los estudiantes que aparecen allí no conversan entre ellos, no parecen estar haciendo nada, salvo lanzar sus mensajes a una cámara que ni pregunta ni responde. Así, pues, el efecto de la soledad y de la incomunicación está producido por la misma puesta en escena que comienza, no hay que olvidarse, enfocando un par de frases pintadas en la pared que son de una impresionante cursilería: “si estas paredes pudiesen hablar”… “¿qué dirían?”

Paolo de Lima habla del vídeo como el resultado de “Un reciente experimento de estudiantes de antropología”. En realidad, es un trabajo preparado por estudiantes de un curso de “Introducción a la Antropología Cultural” y no de especialistas, es decir, no es de estudiantes graduados (porque hay que decir que, en Estados Unidos, el trabajo duro con la investigación empieza en el postgrado; el sistema me parece mejor que el peruano, ya que no se pide a los bachilleres escribir una tesis que sólo en casos muy raros tendrá alguna relevancia académica). Si un profesor tuvo que ver con esto, no nos queda sino deplorar su cuestionable criterio docente, sobre todo porque la paradoja es ostensible: se critica la miseria de la tecnología (su discutible contribución a la reflexión) mediante un objeto tecnológico que es en sí mismo miserable y notoriamente irreflexivo.

Creo que en este punto ya he explicado que la finalidad no es entrar en el terreno de la discusión antropológica, es decir, su objetivo no es ofrecer datos, interpretarlos, contrastar fuentes y comprender la racionalidad de los agentes involucrados. ¿Qué es, entonces? Muy simple: se trata de propaganda, de un digesto “Kitsch” destinado a producir un efecto reconocible en un gusto mediano. Pensamiento para los que no están acostumbrados al pensamiento; crítica para quienes temen a la crítica. Su interés no es incentivar el conocimiento. Un crítico cultural debería ser capaz de darse cuenta de todo esto, de la misma manera que un médico debe reconocer una enfermedad a partir de los síntomas. Si algo hace evidente este vídeo, es la frivolidad, la chatura y la incapacidad de salir del lugar común de quienes lo realizaron y, sobre todo, es un ejemplo de un tipo de producto de Internet (millonariamente extendido) caracterizado por su conservadurismo estético, su sensibilidad melodramática y su satisfactorio intelectualismo antiintelectual.

Señalo esto porque cada vez me convenzo más de que la "democratización" de Internet nos está reacostumbrando a no advertir la información manipuladora y, a la vez, se dice poco al respecto de estos mecanismos de propaganda. En los setenta y ochenta se ponía en cuestión a los medios. Ahora, con la idea de que la producción mediática se ha pluralizado, olvidamos que un mensaje tramposo no tiene que provenir de gigantes como Warner, CNN o FOX. El hecho de que una producción sea "independiente" parece limpiarla, milagrosamente, de sospecha. Especialmente desde la izquierda, los argumentos del ciberespacio se van reduciendo progresivamente a trucos visuales y efectos emotivos sin mayor sustento empírico ni criterio político. Desafortunadamente, Internet ha permitido que se propaguen ideas que no se amparan en ninguna evidencia, mitologías que reproducen la imaginación delirante de las fobias fantasmales pero no la ciencia. Para mejorar al mundo hay que estudiarlo. Es el conocimiento, no la ignorancia ni la consigna, lo que nos puede llevar a una mejora de la riqueza y la justicia. Pero esto implica mucha generosidad, poca autocomplacencia y una enorme voluntad de trabajo.
Etiquetas: manipulación, Paolo de Lima, propaganda

1 comentario:

Anónimo dijo...

ESTE COMENTARIO EN EL BLOG DE FAVERON

Estimado amigo Gustavo. Es evidente que en el mundo de los blogs
peruanos hay tres o cuatro que valen la pena ser temidos en cuenta,
por motivos de distinta índole. Moleskine, es un blog muy interesante
para informarnos sobre el panorama literario internacional, pero muy
sesgado en relación a la literatura peruana. Cuando lo hace, es para
alabar a sus amigos, en especial a los pertenecientes a un pequeño
círculo de escritores con caracteriticas sociales y raciales muy
definidas. El de Paolo de Lima es un noticiario sobre el todos los
días de la literatura peruana, abierto a todos ciertamente, pero casi
sin opini{on personal. Y el de usted es el blog de las polémicas. Los
tres son los blogs más atendibles. Quedan: El Hablador, que tuvo su
momento de gloria, y ahora es insignificante. Y Luz de Limbo, que sin
dejar de postear cosas interesantes, como las colaboraciones de Vila-
Matas, es un blog sinuoso y tendencioso muy marcado por la
personalidad patol{ogica del señor Coral. El resto de blogs son
intrasecendentes. El único blog que pone sobre el tapete temas en
debate es el suyo. Ese es su valor. Ustedes está siempre provocando
generalmente la polémica, pero es muy claro su sesgo en favor de una
posición ideológica, de defensa de ciertos escritores que son los
mismos que defiende Iván Thays. Usted no es un bloger pasivo, todo lo
contrario, muy activo, tratando a cada momento de desligitimar todo lo
que proviene del lado izquierdo de la cultura peruana,
llamense "andinos", seguidores de Zizex, o cualquier cosa que no huela
a lo que usted realmente defiende y toda la vida ha defendido:
interses de clase, ideológicos muy claros. Los ataques a Paolo de
Lima, no son gratuitos. De Lima postea lo que usted y su amigo Thays
tratan de acallar o denigrar. El metatruco es parte de la defensa del
otro metatruco, la escandalosa manipulación de los medios de
comunicación para levantar a ciertos autores y silenciar a otros. No
se trata de "andinos" y "costeños" y usted lo sabe. Utiliza la
ncosistencia de ese debate. Se trata de blancos y mestizos, en este
mundo peruano nuestro donde el racismo es el punto de partida de todo
tipo de valoración. Sería interesante que usted polemice con los
libros últimos de Gonzalo Portocarrero, Racismo y Metizaje y de Jorge
Bruce. No lo va a hacer, amigo Faveron, prefiere atacar por el lado
débil,el debate andinos-costeños, pero atacando a los andinos. Usted
está en su derecho en defender una posici{on, pero no nos haga pasar
gato por liebre, que todo el mundo se percata cual es el gato que nos
quiere hacer pasar usted por liebre.

lunes, enero 28, 2008 5:41:00 AM