jueves, 26 de junio de 2008

LA CONCHA DE LA SEMANA



Me anticipo unos días al otorgamiento de nuestro preciado premio semanal; imperativos éticos así lo exigen. Y esta vez es concedido por aclamación a nuestro barroco y siniestro tribuno D. Javier Valle Riestra Gonzáles y Olaechea. Este nuestro "abogado del diablo", nuestro Jack Verges criollo se las ha ingeniado, muchos verdes de por medio, para apoyar la defensa de su ex-jefe, dado que Nakasaki, un mediocre pero mediático abogado se ve cada vez más sobrepasado por la fuerza de las circunstancias y las contradicciones de sus testigos. Bueno...y la gran idea de nuestro inefable tribuno, es la de articular las versiones de los dos hampones en cuestión, del binomio Fujimori-Montesinos, a quienes promete una futura amnistía como lo denuncia Caretas en su edición de hoy.


Finalmente el juicio a Alberto Fujimori desembocará en el interrogatorio a Vladimiro Montesinos programado para el próximo lunes 30. La expectativa sobre las potenciales declaraciones del ex asesor presidencial tensan la cuerda. En las últimas semanas, el abogado de Fujimori, César Nakazaki, parece haber optado por una estrategia de aplazamiento.

A su pedido, cuatro audiencias duraron solamente hasta el mediodía, debido al estado de salud post-operatorio de Fujimori.

Así, la intervención del ex jefe nominal del Servicio de Inteligencia Nacional, Julio Salazar Monroe, se extendió a lo largo de ocho audiencias y más de cuarenta horas de interrogatorio.

El general EP se mostró reacio a colaborar con la justicia a lo largo del dilatado proceso. Sin duda, la reciente condena a Salazar Monroe a 35 años de prisión por los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta en el proceso paralelo explican sus contradicciones con declaraciones previas (CARETAS 2014) y su actual amnesia.

Pero el lunes 23, cuando Nakazaki le dijo al juez César San Martín no estar todavía preparado para interrogar a Salazar Monroe, a pesar de ser también su defendido, se vio la traza de una maniobra dilatoria. Ahora se está a la espera del interrogatorio del abogado de Fujimori al militar retirado este viernes 27 para cerrar esta frustrante capítulo del juicio y allanar el camino a Montesinos.

Según fuentes familiarizadas con el proceso, la postergación tiene una razón: las coordinaciones entre la defensa de Fujimori y Vladimiro Montesinos no habían llegado todavía a un acuerdo con respecto a lo que declarará quien fuera el poderoso asesor.

Las declaraciones del propio Nakazaki parecen expresar ese tire y afloje. El lunes 23 dijo que es posible que Montesinos se acoja al derecho de silencio, como antes hicieron el ex jefe de las Fuerzas Especiales del Ejército, Luis Pérez Documet, y quien fuera el responsable del Grupo Colina, Fernando Rodríguez Zabalbeascoa. Como curándose en salud, el abogado adelantó que si el testimonio incriminaba a Fujimori “no es el testigo el que determina el valor probatorio, porque de acuerdo a la ley penal los testimonios de las personas que han sido condenadas sirven como base para acusar, pero no como base para sostener una sentencia condenatoria, es decir, le asigna un valor probatorio relativo”.

En este caso es obvio que, a pesar de las condenas que Montesinos ya tiene sobre sí, no se trata de un testigo más.

¿Cómo se viene cocinando la negociación?

La abogada de Montesinos es Estela Valdivia. Sin embargo, el interés de otro importante personaje en el caso de Fujimori salta a la vista.

El 7 de mayo de este año, el congresista Javier Valle Riestra visitó a Alberto Fujimori en su celda de la Diroes. Días antes, el tribuno se acercó a la Base Naval del Callao para conversar con el líder emerretista Víctor Polay. Luego se acercó a hablar con Montesinos.

Valle Riestra reconoció el encuentro a CARETAS pero negó algún papel en la supuesta negociación entre los antiguos “siameses”.

“Cuando fui a ver a Polay me acerqué a saludar a Montesinos pero no tengo nada que hacer en el tema. ¿Qué cosa puedo pactar yo en 45 segundos de saludo?”. Y agregó: “no tengo nada que hacer en el tema. Si alguien va a hacer un arreglo son César Nakazaki y Estela Vladivia, que conocen los casos. Yo no conozco nada de nada”.

Puede ser. Pero la historia se torna más interesante al recordar que una reciente, e insistente, propuesta de Valle Riestra representa prácticamente la única posibilidad que el fujimorismo puede ofrecerle a Vladimiro Montesinos a cambio de una faena judicial favorable. El ex asesor ya fue condenado a 20 años de prisión por el tráfico de armas a las FARC.

Un día antes de su visita a Fujimori, el agudo e iconoclasta congresista publicó en el diario Expreso una columna en la cual recordaba una frase de Haya de la Torre a propósito de la situación del ex presidente: “Mortal, que tu odio no sea inmortal”.

En su siguiente entrega, el 13 de mayo, narró las circunstancias de su visita. “AFF se encuentra en una pocilga”, lamentó. Dijo haberle dado sus opiniones sobre el caso y que la conversación serviría para un próximo libro sobre la figura de la extradición. “Tranquilícense”, terminaba diciendo, “no soy ni voy a ser abogado de AFF. Sólo fui a visitar a un hombre en desgracia”.

La verdadera pepa llega una semana después. El 20 de mayo Valle Riestra saca de la chistera que, luego del triunfo de la cumbre con Europa, el gobierno debía continuar la buena racha con “una política de indultos y amnistías”. Recordó que todos los gobiernos legítimos del Perú promulgaron leyes de ese tipo, pero “el aprismo paradójicamente no (lo ha hecho). Absurdo. El PAP y Haya de la Torre han sido con justicia los grandes beneficiarios de esas normas de concordia. Hoy un espíritu pacato y el temor a una prensa escandalosa y ultramontana, nos vuelve a inhibir de expedir esa gracia… Esa amnistía debe cubrir hechos cruentos e incruentos porque en nuestro país hemos vivido y vivimos un conflicto civil y es lógico que tengamos muertos y heridos”.

El “plan máximo” de los fujimoristas tiene como prioridad fundamental una amnistía general que puede ser impartida por Keiko Fujimori, en la posibilidad de que acceda en un futuro a la presidencia, o hacia el final del presente gobierno.

Tal como están las cosas, ambas posibilidades son especulaciones muy lejanas. Pero en el Congreso la bancada del ex mandatario pone casi todos los huevos en esa canasta. Pasó inadvertido que, en la versión inicial del último y frustrado paquete de reformas constitucionales, se incluyó la prohibición de que el presidente de la República pueda indultar a quienes son acusados por crímenes de lesa humanidad. En el debate interno, los fujimoristas atribuyeron al ala dura del aprismo la inclusión de aquel “contrabando”.

Dicha amnistía es el principal argumento de la defensa de Fujimori en sus mensajes a Montesinos. El “plan mínimo” le ofrece beneficios futuros en aspectos como condición de carcelería.

El ex asesor ha confesado a la justicia haber cumplido a pie juntillas las órdenes presidenciales en los casos de los congresistas tránsfugas, espionaje telefónico y compra de medios de comunicación. Su silencio ha sido infranqueable a la hora de ser interrogado sobre la responsabilidad de Fujimori en los crímenes del Grupo Colina.

Tiene lógica. Montesinos es procesado actualmente en la Primera Sala Anticorrupción por los crímenes de Barrios Altos, El Santa y Pedro Yauri. El Ministerio Público pide para él y el ex jefe del Comando Conjunto, el general (r) EP Nicolás Hermoza Ríos, 35 años de prisión. Sobre estos dos personajes, según la acusación fiscal, se asentó y desarrolló el criminal Grupo Colina.

En el 2001 Montesinos sostuvo ante la jueza anticorrupción Victoria Sánchez que Colina fue un engendro del Servicio de Inteligencia del Ejército sin conexión con el SIN ni con la presidencia de la República (CARETAS 2031).

La hipótesis más difundida establece que el operativo de Barrios Altos fue ordenado por Montesinos, mientras que el de La Cantuta lleva la impronta de Hermoza. Este año, durante el proceso seguido a Fujimori, declaraciones de ex miembros de Colina parecían corroborar esa diferenciación (CARETAS 2012).

El escriba del escuadrón de la muerte, Marcos Flores Albán, declaró que antes de Barrios Altos, el coronel Rodríguez Zabalbeascoa se reunió con Montesinos. Al salir les dijo: “tenemos luz verde”. Según el testimonio, Montesinos ordenó: “sáquenles la mierda”.

El ex agente Fernando Lecca Esquén dijo al tribunal presidido por César San Martín que el general Hermoza Ríos dio la orden de desenterrar, incinerar y cambiar de ubicación los restos de los nueve estudiantes y un profesor de la Universidad de La Cantuta asesinados 18 de julio de 1992.

Fujimori, por su parte, le reventó cohetes de fin de año a su ex asesor (CARETAS 2008). Lo describió como coordinador de los servicios de inteligencia y enlace entre él, bisoño presidente, y el mundo militar.

Para el penalista José Castillo Alva, entre ambos persiste una especie de pacto tácito. “Una suerte de ‘yo te cuido y tú me cuidas’. Intereses en común para buscar proteger lo que les queda de libertad. Considero improbable que ambos se inculpen por esos casos”. Según el constitucionalista César Valega “las alternativas son, primero, que no responda, lo que significaría una suerte de nuevo acuerdo. La otra es que declare explícitamente en contra de Fujimori. Varios de los casos de Montesinos todavía no han sido ratificados por la Corte Suprema y si él deslindara responsabilidades podría favorecerse”.

Es poco conocido que uno de los principales factores que todavía resiente a Montesinos con el ex presidente es la pantomima de “allanamiento” que el segundo realizó en la vivienda del primero en medio de los estertores de su gobierno. Montesinos lo culpa porque el hecho terminó por involucrar a su familia, particularmente a su hija Silvana, en los juicios. Hay heridas que no cicatrizan a pesar del tiempo y el encierro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Haciendo memoria, el fundador y mando operativo del destacamento criminal “Grupo Colina”, Fernando Rodríguez, alias "potro", después de ocho años en la clandestinidad, fue capturado por la PNP en el inmueble sito en la calle Doña Elvira 208, dpto. 303, de la Urbanización Los Rosales de Surco, que arrendó con identidad falsa [DNI: 015481300]; con el agravante de evadir la acción de la justicia por asesinatos colectivos y otras violaciones a los derechos humanos, lo que debe haber motivado la denuncia del Procurador del RENIEC ante el Ministerio Público, por los delitos contra la Fe Pública -Falsedad ideológica- en agravio del Estado. Recordemos que su cómplice, el reo Alberto Fujimori, por delitos de allanamiento de morada y usurpación de funciones, cuya punición es menor, fue condenado a 6 años de prisión efectiva.
Alejandro Cruzado Balcázar

Anónimo dijo...

Haciendo memoria, el fundador y mando operativo del destacamento criminal “Grupo Colina”, Fernando Rodríguez, alias "potro", después de ocho años en la clandestinidad, fue capturado por la PNP en el inmueble sito en la calle Doña Elvira 208, dpto. 303, de la Urbanización Los Rosales de Surco, que arrendó con identidad falsa [DNI: 015481300]; con el agravante de evadir la acción de la justicia por asesinatos colectivos y otras violaciones a los derechos humanos, lo que debe haber motivado la denuncia del Procurador del RENIEC ante el Ministerio Público, por los delitos contra la Fe Pública -Falsedad ideológica- en agravio del Estado. Recordemos que su cómplice, el reo Alberto Fujimori, por delitos de allanamiento de morada y usurpación de funciones, cuya punición es menor, fue condenado a 6 años de prisión efectiva.

Alejandro Cruzado Balcázar